El
primer conejo que saltó de la galera, eludió al de los guantes
blancos, se apoderó de la varita, soltó a los demás conejos que
había adentro y a una bandada de palomas alborotadas que se puso a
tirar con sus picos curtidos de una ristra de brillantes pañuelos,
agitados los cuales comenzaron a aparecer toda clase de lectores:
Apasionados, novatos, infatigables, generosos o tacaños, lectores de
cuentos, de leyendas, de novelas, lectores exclusivamente de
historias cómicas o de libros ilustrados sobre grandes inventos;
lectores como enciclopedias vivientes, o lectores desganados que
piden un tratamiento intensivo con libros imposibles de soltar.
Aparecieron incluso lectores disgustados por el final de una novela
de muchas páginas y también lectores enamorados.
Y la multitud
asombrada agradeció sus trucos a los conejos y se desparramó por
talleres, exposiciones, espectáculos...
CON USTESDES NUESTROS PROTAGONISTAS!!!