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domingo, 15 de abril de 2007

ELLOS SON LOS CULPABLES...

DE QUE IMAGINES, TE DIVIERTAS Y DESCUBRAS NUEVOS MUNDOS






GRACIELA MONTES


"Había una vez una palabra redonda, entera, brillante. Adentro de la palabra estaba el mundo.



Y en el mundo estábamos nosotros,diciéndonos palabras."


CoMpArTaMoS uN CuEnTo


SAPO VERDE



Humberto estaba muy triste entre los yuyos del charco.
Ni ganas de saltar tenía. Y es que le habían contado que las mariposas del Jazmín de Enfrente andaban diciendo que él era sapo feúcho, feísimo y refeo.
—Feúcho puede ser —dijo, mirándose en el agua oscura—, pero tanto como refeo... Para mí que exageran... Los ojos un poquitito saltones, eso sí. La piel un poco gruesa, eso también. Pero ¡qué sonrisa!
Y después de mirarse un rato le comentó a una mosca curiosa pero prudente que andaba dándole vueltas sin acercarse demasiado:
—Lo que a mí me faltan son colores. ¿No te parece? Verde, verde, todo verde. Porque pensándolo bien, si tuviese colores sería igualito, igualito a las mariposas.
La mosca, por las dudas, no hizo ningún comentario.
Y Humberto se puso la boina y salió corriendo a buscar colores al Almacén de los Bichos.
Timoteo, uno de los ratones más atentos que se vieron nunca, lo recibió, como siempre, con muchas palabras:
—¿Qué lo trae por aquí, Humberto? ¿Anda buscando fosforitos para cantar de noche? A propósito, tengo una boina a cuadros que le va a venir de perlas.
—Nada de eso, Timoteo. Ando necesitando colores.
—¿Piensa pintar la casa?
—Usted ni se imagina, Timoteo, ni se imagina.
Y Humberto se llevó el azul, el amarillo, el colorado, el fucsia y el anaranjado. El verde no, porque ¿para qué puede querer más verde un sapo verde?
En cuanto llegó al charco se sacó la boina, se preparó un pincel con pastos secos y empezó: una pata azul, la otra anaranjada, una mancha amarilla en la cabeza, una estrellita colorada en el lomo, el buche fucsia. Cada tanto se echaba una ojeadita en el espejo del charco.
Cuando terminó tenía más colorinches que la más pintona de las mariposas. Y entonces sí que se puso contento el sapo Humberto: no le quedaba ni un cachito de verde. ¡Igualito a las mariposas!
Tan alegre estaba y tanto saltó que las mariposas del Jazmín lo vieron y se vinieron en bandada para el charco.
—Más que refeo. ¡Refeísimo! —dijo una de pintitas azules, tapándose los ojos con las patas.
—¡Feón! ¡Contrafeo al resto! —terminó otra, sacudiendo las antenas con las carcajadas.
—Además de sapo, y feo, mal vestido —dijo una de negro, muy elegante.
—Lo único que falta es que quiera volar —se burló otra desde el aire.
¡Pobre Humberto! Y él que estaba tan contento con su corbatita fucsia.
Tanta vergüenza sintió que se tiró al charco para esconderse, y se quedó un rato largo en el fondo, mirando cómo el agua le borraba los colores.
Cuando salió todo verde, como siempre, todavía estaban las mariposas riéndose como locas.
—¡Sa-po verde! ¡Sa-po verde!
La que no se le paraba en la cabeza le hacía cosquillas en las patas.
Pero en eso pasó una calandria, una calandria lindísima, linda con ganas, tan requetelinda, que las mariposas se callaron para mirarla revolotearentre los yuyos.
Al ver el charco bajó para tomar un poco de agua y peinarse las plumas con el pico, y lo vio a Humberto en la orilla, verde, tristón y solo. Entonces dijo en voz bien alta:
—¡Qué sapo tan buen mozo! ¡Y qué bien le sienta el verde!
Humberto le dio las gracias con su sonrisa gigante de sapo y las mariposas del Jazmín perdieron los colores de pura vergüenza, y así anduvieron, caiduchas y transparentes, todo el verano.


Datos Biograficos de Graciela Montes en : www.imaginaria.com.ar




Adela Basch


Nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 23 de noviembre de 1946.
Es egresada de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Su primer trabajo fue traducir libros escritos en inglés. En 1979 escribió su primera obra de teatro, estrenada en ese mismo año: Abran cancha, que aquí viene don Quijote de la Mancha.
Desde 1986 hasta 1990 trabajó en el Plan de Lectura de la Dirección Nacional del Libro, coordinando talleres de promoción de la lectura y difusión de la literatura para chicos. Entre 1993 y 1998 dirigió las colecciones de literatura infantil de Coquena Grupo Editor (Libros del Quirquincho).
Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires y con frecuencia viaja por distintas localidades del país para coordinar talleres vinculados a los libros y la dramaturgia para chicos.

PaRa CoMpArTiR

Poesías sobre calles y barrios de la ciudad de Buenos Aires





Caballito



A un barrio tranquilo de sencilla gente llega un jinete y desensilla urgente. Dense silla, gente,a tomar asiento.Sí, ya llega alguiena contar un cuento.A caballo llega acaba ya de llegar y acá van ya sus palabras que se largan a rodar."Supo haber en este barrio que tanto otoño barrió,un equino tan pequeño que aquí no hay quien lo vio.Era un caballo alado de muy escasa estatura que pasaba por al lado con su insólita figura.Y aunque algunos se resistan a aceptar extraños hechos yo sé que hay noches que vuelve a volar sobre los techos."Y dichas estas palabras montó su cabalgadura y en menos que canta un gallo fueron una miniatura.Y se alejaron volando despacito, despacito,saludando con las alas al barrio de Caballito.





Los lectores que deseen contactarse directamente con Adela Basch pueden escribir a: abasch@argentores.org.ar